Somos Niños

En alguna ocasión mi madre en su desesperación llegó a mi cuarto, se hincó frente a mi y me suplicó llorando que por favor pusiera más atención en la escuela. Tal vez no fue un evento positivo, pero si me impactó positivamente por muchos años; creo que a partir de ese momento tomé la responsabilidad de lo que tenía que asumir como niño.

Tal vez no fue el único momento que marcó mi vida y me hizo ser quien hoy soy, pero sí fue un evento crucial en la dirección de mi vida.

En casa siempre hubieron frases y mi madre es muy motivacional en los temas del quehacer cotidiano, recuerdo una frase, una que siempre uso para la vida: Cuando vayan mal las cosas, como aveces suelen ir, cuando haya en tu camino sólo cuestas que subir, descansar tal vez debieres... pero nunca desistir. 

Siempre tuve la idea de ser abogado y tuve la vocación de serlo, pero tomé la licenciatura por admiración, un tío, hermano de mi madre, por alguna razón extraña siempre sentí admiración por él y también por Alfonzo Quiroz Cuarón padre de la criminología, era una losa muy grande que yo tenía que cargar, él me hizo querer trascender en la vida a través de mis actos, tal como él

Recuerdo mucho salir a jugar con los compañeros, pero mis mejores momentos fueron ya en la secundaria, jugando basquetbol, Ping pong y andando en la bicicleta que era lo que más hacía.

Mi mamá hace muchos años tuvo una pastelería, entonces siempre hubo repostería en la casa, de ahí mi gusto por los pasteles y las nieves, por lo general las de leche, pero si es nieve me puedo acabar el bote.